Meñiques
by Pamela Rillón
Se sienta a mi izquierda. Nos miramos en el reflejo de la ventana. Bajo la mirada.
Vagón atiborrado. De pronto posa su mano entre nosotros. Transpiro. Nuestros
dedos meñiques se entrelazan. Sus zapatos hípster tocan mis tacos de charol rojo.
Sus pitillos negros rozan mi falda tubo.
– ¡Bájate conmigo! -grito en silencio.
Próxima estación, La Moneda. Para un viaje seguro use siempre pasamanos o
manillas.
Me levanto, todavía estamos a tiempo. Doy un paso fuera del carro. Me bajo sola.
Lo miro con reproche. Me muestra su mano izquierda y los destellos dorados de
su anular me fulminan.
99 palabras.